Los programas de alimentación implementados en los colegios han incrementado la salud y el rendimiento escolar de los niños, sin importar su condición social, ya que estos son gratuitos por la Alcaldía de Bogotá y la Campiña S.A.
Desde la administración del Alcalde mayor de Bogotá Luis Eduardo Garzón se continúa con el proyecto “Bogotá sin hambre” desarrollando iniciativas de alimentación y nutrición para la población educativa del distrito.
En las escuelas públicas se brindaban refrigerios escolares; en los jardines infantiles que atienden a niños y se les ofrece alimentación.
“Bogotá sin hambre” que introdujo una forma de que los niños recibieran un refrigerio el cual contiene un líquido, una grasa y una fruta que ayuda a tener una alimentación sana y nutritiva, para quien lo consume; desde un niño de 2 años hasta los mismos profesores quienes acceden a ellos de manera gratuita.
El colegio Carlos Arturo Torres, hace parte de los colegios beneficiados con los refrigerios escolares para los niños de preescolar hasta séptimo grado, como iniciativa para que los niños tengan un buen resultado en sus calificaciones.
Esta propuesta la realizó Luis Eduardo garzón como Alcalde mayor de Bogotá, presentado como un servicio a la ciudadanía en el periodo 2004-2007 y sigue vigente hasta el día de hoy.
El Alcalde propuso un día sin hambre, por esta razón se implementaron los refrigerios escolares, que fueron para organizar un programa que lograra restablecer el derecho fundamental a la alimentación.
La sicóloga Olga Camargo del colegio afirma que los refrigerios ayudan a los niños en su crecimiento y mejora su calidad de vida, ya que algunos de ellos asisten al colegio sin desayuno por su situación económica o porque sus padres trabajan desde tempranas horas. Con estos refrigerios están garantizando a los niños para que coman sano y puedan tener más concentración en las clases.
De igual manera la profesora del grado quinto, Mariela García del colegio Carlos Arturo Torres dice que al dar estos refrigerios indirectamente están asumiendo una responsabilidad ya que los refrigerios ella los entrega a estos niños y que de igual manera, están implementando una campaña de reciclaje la cual le enseña al niño a cuidar el medio ambiente.
Anabely Ricaurte docente de apoyo opina que la responsabilidad de un docente parte de conocer las necesidades de los niños, la porción que necesitan los niños según las edades y ellos son los que están directamente vigilándolos para que los consuman bien y no se desperdicien los refrigerios.
Los refrigerios son ricos y me dan ponqué, leche, maní y un abano, aunque a veces no me gustan el ponqué que viene es duro pero me gusta lo demás, afirma Juan Andrés estudiante del colegio Carlos Arturo Torres de grado quinto. Estos refrigerios tienen la misión de proporcionarles una nutrición saludable a los niños ya que ellos son los principales beneficiados recibiendo la primera comida del día.
Paula Andrea estudiante del colegio Carlos Arturo Torres de grado tercero dijo “yo me como el jugo la avena o la leche con la fruta y el resto se dio a mi hermana que está en noveno porque a ella no le dan mis papas onces” estos refrigerios han sido de gran ayuda para las personas de los colegios ya que asumen la responsabilidad de dar esta alimentación a los niños, empleando una educación con un nivel de rendimiento mejor y calidad de vida para los niños.
Fuentes: Olga Camargo orientadora del colegio Carlos Arturo Torres y Anabely Ricaurte docente de apoyo
Alumnos del colegio Carlos Arturo Torres grados 3 y 5
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