COLOMBIA CONMEMORA LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS DE SUFRIMIENTO DE UN PAÍS.
Entendemos por desaparición forzada el hecho de la aprehensión de una persona por servidores públicos, su reclusión, ocultación y abusos cometidos en el ejercicio del poder.
Colombia es el país del mundo con más casos de desaparición forzada aún no existe una cifra oficial al respecto: oscila entre los 32.000 desaparecidos que reconoce la Fiscalía y los 41.000 de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas. Pero ningún órgano estatal ha dado nunca una cifra oficial, ni existe un censo confiable.
Colombia sufre día a día este fenómeno que acaba con miles de familias, al conmemorar a aquellas personas por medio de conferencias, imágenes, vídeos, estamos rechazando está violencia y dando a conocer el sufrimiento de todo un país.
Reconocemos la memoria de un país lleno de amargura, hace ya 32 años que en Colombia se registró el primer caso de desaparición forzada, una práctica que para entonces habían perfeccionado las dictaduras militares en América Latina y que se afinaría aún más en medio de la lucha emprendida por la quimérica democracia colombiana contra la oposición política.
Ahora es importante tener presente que los gobiernos han dando paso y financiado estos hechos además los medios de comunicación han tenido un papel importante porque ellos alimentan o acaban estos rumores es decir, afirman que la violencia disminuye día tras día y eso no es verdad estamos en la época más dolorosa de un país donde se ve masacres, corrupción, desapariciones y falsos positivos.
Lo anterior es un ejemplo de la falta de compromiso social e intereses económicos de los medios como ende dependiente del gobierno, que tienen como misión encubrir a los paramilitares o al ejercito los cuales tienen la labor de proteger a las personas pero no es así ellos están involucrados en miles de desapariciones y matanzas de personas como lo fue el caso de Soacha con los falsos positivos , San José de Apartador con las 8 personas entre ellas tres menores que mataron y la masacre que hubo en la toma del palacio de justicia donde no solo murieron si no desaparecieron miles de personas.
También como ejemplo, actualmente lo que está sucediendo con la desaparición de jóvenes que prestan su servicio a las fuerzas militares de nuestra nación, dando como explicación de estas muertes que fueron dadas de baja en un combate, como una simple excusa, que se esconde bajo los velos fantasiosos de los medios y su incapacidad de ocultar el horror de lo real.
Aunque algunos de estos jóvenes por no tener al día su libreta militar, son llevados a la fuerza a prestar servicio militar, los padres al reportar sus desaparisiciones empieza la policía a buscar pistas del paradero de estos, y los encuentran muertos en otras ciudades del país tres o cuatro días después de haber desaparecido.
A partir de este hecho se han empezado a descubrir múltiples casos y complicidad de la policía, ejército y fuerzas al margen de la ley, que han llevado a tomar la decisión del gobierno a destituir a grandes miembros de las fuerzas militares por versen vinculados con estos hechos, dañando así la buena imagen que han tenido las fuerzas militares al transcurso de este año como la operación “Jacke” que dió como resultado la liberación de Ingrid Betancur y trece personas más.
Si los militares están detenidos por estar involucrados, la fiscalía y los medios de comunicación siguen teniendo una recopilación de datos tanto de los afectados como los acusados, surge la pregunta de ¿cómo los testigos hacen para asegurar que fueron los militares los causantes de esta masacre?, si los integrantes del bloque héroe de Tólova estaban infiltrados y con camuflados del ejército se vuelven contradictorias algunas declaraciones dadas de los testigos asegurando que fue el ejército, será que están encubriendo algo o alguien que puede poner en riesgo su vida y darle un nuevo giro inesperado en la investigación.
Es muy preocupante que el crimen de la desaparición forzada en Colombia siga siendo invisibilizado, como se observa por ejemplo en la actual Ley de Víctimas.
Es hora de que Colombia sepa cuántas personas han sido desaparecidas forzadamente en el país. Es hora de que la desaparición forzada no nos sea indiferente porque persiste en este país, como persiste la impunidad que rodea a estos miles de casos, que sobrepasan dramáticamente las cifras de desaparición forzada de Argentina o Chile.
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